¿De qué manera hablamos de ella?
La muerte en segunda persona
José Juan Martínez
Cuando nos enfrentamos a los fenómenos de la vida, tenemos que nombrarlos para ubicarlos en algún sitio, en alguna coordenada del tiempo y el espacio. Es entonces, cuando nombramos a lo desconocido, que lo intentamos domar: la muerte o la soledad.
La muerte en segunda persona nos ofrece una nueva visión sobre un fenómeno por el cual todos pasaremos pero que, en algún momento negamos. La muerte y la soledad son constantes en toda vida humana; todos nosotros tenemos que sobrellevar la ausencia de alguien, el distanciamiento y el perpetuo vaivén entre el vivir y el no hacerlo. En este libro Bernardo Govea nos va narrando –a través del análisis de textos clasificados en la llamada Literatura Infantil y Juvenil– cómo son los acercamientos a los distintos tipos de muerte.
Hablar con los más pequeños, a los que constantemente les ocultamos o endulzamos la realidad, es un ejercicio que debe requiere un respeto y una distancia entre el infante y su mundo. En algún momento se tendrá que entablar un dialogo con su entorno real, con lo abstracto que no entendemos del todo aún, es ahí en donde nace la pregunta ¿cómo hablaré de la muerte, algo que no entiendo aún y me aterra, con mi hija, con mi hijo o con el infante que tengo bajo mi responsabilidad?
Para Govea la literatura es una buena opción, pero, más allá de toda la literatura infantil que se encarga de satirizar a sus lectores y los trata como una carnada de la ignorancia. En su libro nos va presentando opciones válidas para los niños y los no tan niños; con análisis centrados en los temas ya mencionados nos narra la historia de cuentos y novelas que hablan con inteligencia, convicción e incluso con un diseño estético apropiados para formular preguntas, reflexiones y puede que algunas conclusiones sobre aquello que más terror da a los seres humanos.